El cine español se recupera y vende una de cada cinco entradas en 2022

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Pese a una taquilla que no levanta cabeza, la producción española resiste con 80 millones de recaudación y con una de las mejores cuotas de mercado de la década

Rodrigo Sorogoyen en un momento del rodaje de 'As bestas'.
Rodrigo Sorogoyen en un momento del rodaje de ‘As bestas’.EL MUNDO

Hay que viajar hacia al pasado no tan remoto de 2014, cuando ‘Ocho apellidos vascos’ pudo con todo, para encontrar un registro similar. No hablamos de la taquilla en bruto, que sigue sin levantar cabeza, sino de la taquilla en civilizado. Es decir, del porcentaje que la producción española libre de pandemias ocupa en el global de la venta de entradas. Hablamos, para situarnos, de la cuota de pantalla que, en realidad, es más cuota de mercado. Y la de 2022 es de un 22%, sólo tres puntos menos que el 25% de récord logrado hace ocho años de la mano de, en efecto, los ‘Ocho apellidos…’. Digamos que a la excepcionalidad del año marcado por la inauguración de un nuevo ciclo donde el cine de autor español se ha visto renovado por la irrupción de las mujeres, la normalización de nuevos lenguajes y la presencia en festivales internacionales se une ahora unas cifras igual de, cuanto menos. sorprendentes. O sólo buenas.

Téngase en cuenta que el ansiado 20%, límite del buen estado salud, se ha alcanzado en contadas ocasiones. Desde 2010 sólo tres veces. Se consiguió en el citado 2014. Se volvió a repetir en 2020 merced a ‘A padre no hay más que uno 2’, pero en un contexto paupérrimo por culpa de los encierros y otros virus. Y se logra ahora mismo en una recuperación que avanza a paso lento, quizá demasiado. Los 80 millones recaudados por la producción española suponen que 1 de cada 5 entradas vendidas se han quedado en casa.

Recaudacion del cine en Espana

Ésta es, por así decirlo, la primera cifra, la positiva, dentro de unos números con una ligera tendencia a lo preocupante. Ya es un hecho que el año destinado a ser el de la recuperación no lo ha sido. O no del todo. La recaudación global de los cines españoles con ‘Minions: el origen de Gru’ (con casi 21 millones recaudados) como rey se ha quedado en 360 millones, lo que es un poco más de la mitad de los 624 logrados en 2019 justo antes de la pandemia. Si en vez de tomar como referencia la temporada anterior al confinamiento, se hacen las cuentas con la media de los últimos cinco años a.d.p (antes de la pandemia) el balance se queda en un 40% por debajo. Todo ello según las cifras provisionales ofrecidas por Comscore, la consultora encargada de registrar los billetes vendidos.

Bien es cierto que se avanza. Se viene de una temporada, la de 2021, con un global de 245 millones que a su vez doblaban los 170 acumulados cuando estuvimos encerrados. En lo que se refiere, de nuevo, a la producción española el progreso es mayor. Mucho mayor. Se pasó de 42 millones en el peor momento del COVID, en 2020, a unos desastrosos 40 (se retrocedió el año de la reapertura) en 2021 para alcanzar ahora los 80 millones. Por supuesto, se está por debajo de los 100 que desde tiempo inmemorial se han colocado como referencia y que siempre ha supuesto la barrera a batir, pero, en un contexto como el actual, de momento, es casi impensable.

Entre las diez películas más vistas, con un ‘Avatar: el sentido del agua’ en progresión a la cima, dos película españolas. Y esto también es dato a tener en cuenta. Junto al habitual Santiago Segura que coloca la tercera entrega de ‘Padre no hay más que uno’ justo detrás de ‘Minions…’ y ‘Jurassic World: Dominion’ y con una recaudación de 15 millones, se encontraría ‘Tadeo Jones 3’, de Enrique Gato, en la tercera posición (casi 12 millones). Sin embargo, lo más destacado se sitúa un poco más abajo. Por ser completa novedad. Los cinco millones recaudados por ‘Los renglones torcidos de Dios’, de Oriol Paulo, al lado de, por ejemplo, los tres de ‘As bestas’, de Rodrigo Sorogoyen, o los 2,3 de ‘Alcarràs’, de Carla Simón, describen un año de apertura y de reconocimiento por parte del público de películas habitualmente reservadas a los muy cafeteros, a los más militantes o a los cinéfilos rasos, como se quiera.

“El panorama es de lenta recuperación. Algo más lenta de lo que los expertos auguraban. Todo indica que habrá que esperar a 2024 para volver a ver las cifras de las que veníamos. Téngase en cuenta que, pese a las plataformas y pese a todo, el 2019 fue un año extraordinario. Volver ahí después de todo lo que nos ha pasado no es fácil”, apunta cauta David Rodríguez, mánager general de Comscore Movies, la empresa encargada de contabilizar taquillas.

Así las cosas, y de nuevo, un buen año para el cine español pese a todo y contra todo.

Source: elmundo.es