Polonia espera que Biden anuncie durante su visita una mayor presencia militar en el país

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Actualizado

El presidente estadounidense llega a Varsovia tras un viaje relámpago a Kiev

El presidente Joe Biden en Kiev, este lunes.
El presidente Joe Biden en Kiev, este lunes.AP

El presidente estadounidense, Joe Biden, ha llegado a Polonia tras una visita relámpago a Kiev que fue preparada en secreto pero con previo aviso a Moscú durante meses. La visita a Varsovia, por el contrario, había sido anunciada con antelación y el Gobierno del primer ministro Mateusz Morawiecki, que concurrirá a elecciones parlamentarias en otoño, intentará sacarle el máximo partido, político y militar.

En una entrevista este fin de semana con la cadena CBS, Morawiecki anunció que tiene la intención de hablar con Biden sobre la posibilidad de que Washington incremente el número de tropas estadounidenses estacionadas de manera permanente en Polonia. Estados Unidos ya aumentó su presencia en ese país antes de la invasión rusa. En la actualidad, tiene rotando en el país unos 11.000 soldados.

La disposición de Polonia a albergar cuantas más tropas y sistemas militares estadounidenses en su territorio mejor no es nueva. La guerra en Ucrania, de la que Biden conmemorara un triste primer aniversario, ha reforzado ese deseo. A primeros de mes, el viceministro polaco de Exteriores, Arkadiusz Mularczyk, ya declaró que su Gobierno querría que el presidente estadounidense anunciase el establecimiento de bases militares permanentes de la OTAN en Polonia en su próxima visita a este país.

Mularczyk admitió que “es una decisión que depende de Estados Unidos“, pero dejó entrever que habrá noticias al respecto. “No me gustaría adelantarme al presidente Biden, pronto sabremos cuáles son sus planes y decisiones”.

En la cumbre de la OTAN en Madrid en junio del año pasado, Biden anunció que el cuartel general permanente del Cuerpo Quinto del Ejército estadounidense se establecerá en Polonia. Y en esa dirección, encaja que Estados Unidos aprobara la venta de lanzacohetes HIMARS a Polonia por valor de unos 10.000 millones de euros, un contrato que se une a otras importantes compras de armamento estadounidense efectuadas en los últimos meses por Varsovia.

La agenda del presidente estadounidense en Polonia es apretada. Pronunciará un discurso con motivo del aniversario de la invasión rusa de Ucrania, se entrevistará con el presidente polaco, Andrzej Duda, y antes de regresar a Washingon el miércoles se encontrará con los líderes de los Nueve de Bucarest, grupo formado por los país del flanco Este de la OTAN (Bulgaria, República Checa, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia, Rumanía y Eslovaquia).

Ucrania lleva pidiendo munición de racimo a los socios de la OTAN desde hace un año, según ha confirmado la agencia alemana a representantes de varios países aliados. La petición de Ucrania, de la que nada se sabía públicamente hasta que el ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, la verbalizara en la Conferencia de Seguridad de Múnich, ha causado revuelo.

Según esas fuentes, funcionarios del Gobierno ucraniano pidieron tras la invasión rusa al presidente estadounidense, Joe Biden, y a los miembros del Congreso que les proporcionaran ojivas de munición de racimo. La Casa Blanca aún no ha rechazado esa petición categóricamente.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, declaró en la cumbre de Múnich que la alianza “suministra artillería y otros tipos de armas, pero no munición de racimo”. La cuestión, sin embargo, es que no todos los países de la OTAN han firmado la convención de Oslo sobre la prohibición del empleo, la producción, la adquisición, el almacenamiento y la transferencia de municiones de racimo. Entre esos países se encuentran Polonia, Rumanía, Letonia y Estonia.

Según información de la emisora de radio estonia ERR, Estonia ha considerado la posibilidad de transferir municiones de racimo a Ucrania. Se trataría de proyectiles de artillería de 155 mm del tipo DM632 y submuniciones DM1385 del fabricante alemán Rheinmetall. El ministro de Defensa estonio, Hanno Pevkur, dijo entonces, sin dar detalles, que su país estaba tratando de obtener los permisos necesarios para más ayuda militar para más ayuda militar a Ucrania.

La decisión de suministrar este tipo de munición a Kiev sigue en el aire, pero Alemania, que si es parte de la Convención de Oslo, impedirá que la transferencia de la salida de fábricas germanas. “Cualquier solicitud de reexportación entraría en conflicto con las obligaciones en virtud de la Convención sobre Municiones en Racimo o en virtud del artículo 18a de la Ley de Control de Armas de Guerra”, declaró una portavoz del Ministerio Federal de Economía y Tecnología.

Las exigencias de Ucrania para la entrega de municiones de racimo y armas incendiarias de fósforo causaron gran sorpresa en en la Conferencia de Seguridad de Múnich. El vice jefe del Gobierno, Olexander Kubrakov, explicó que Estados Unidos y otros aliados disponen de millones de cartuchos que serían de gran ayuda a su ejército. Kuleba también señaló que Ucrania no ha firmado el tratado internacional que prohíbe el uso de municiones de racimo, por lo que legalmente, “no hay obstáculos para el uso de municiones de racimo por parte de Ucrania”.

Source: elmundo.es