Solbes, el ministro que dijo ‘no’ a Zapatero
El ex vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía, fallecido este sábado a los 80 años, dejó el Ejecutivo tras negar la crisis arrastrado por el presidente
Pedro Solbes (El Pinós, Alicante) falleció este sábado en Madrid a los 80 años de edad tras una larga enfermedad. La noticia de su muerte se produjo mientras en la calle Ferraz se encontraba reunido el Comité Federal del PSOE, el partido al que nunca se afilió pero bajo cuyas siglas ocupó los cargos gubernamentales más destacados: fue secretario de Estado para las Relaciones con las Comunidades Europeas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación y titular de Economía y Hacienda durante el mandato de Felipe González y, posteriormente, de nuevo ministro de Economía y Hacienda con rango de vicepresidente segundo, en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Europeista convencido y experto conocedor de la maquinaria comunitaria fue incluso avalado por el Ejecutivo de José María Aznar para ocupar uno de los puestos más importantes de la Comisión Europea, el encargado de la cartera de Asuntos Económicos y Monetarios. Su vida estuvo dedicada durante cuatro décadas al servicio público tendiendo siempre puentes entre Madrid y Bruselas.
Precisamente por su vasto conocimiento de las relaciones europeas y su sólido prestigio como economista, José Luis Rodríguez Zapatero lo escogió como hombre fuerte de su primer Gobierno para dirigir la economía española. Durante la primera legislatura la relación entre ambos fue fluida y fructífera. En la segunda, con la crisis golpeando a las puertas, las discrepancias entre el político imaginativo e imprevisible y el economista profesoral y tranquilo empezaron a aflorar.
El primero pudo con el segundo arrastrándole a un escenario que bajaba el telón ante una tormenta económica perfecta imposible de esquivar. El ministro se plegó a la estrategia política y electoral del presidente aun a sabiendas de que era equivocada. Finalmente, Solbes dijo no y abandonó el Gobierno. Sin estridencias, pero demasiado tarde. Tiempo después admitió públicamente su inmenso error, tan grande que su nombre ha quedado inevitablemente asociado para muchos a aquella etapa en la que España se hundía sin que nadie intentara poner remedio.
Ayer, nada más conocerse la noticia de su fallecimiento, el Partido Socialista se volcó en brindarle recuerdo en las redes sociales. Y no sólo. También fueron muchos los políticos de la oposición que hicieron públicas sus condolencias.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una última intervención ante el Comité Federal, tuvo un recuerdo emocionado hacia el ex vicepresidente asegurando que su fallecimiento había «sobrecogido» a toda la familia socialista. Después, en un tuit lo describió como un «hombre de Estado dedicado a servir a su país y defender los valores socialdemócratas».
El PSOE emitió también un comunicado destacando su «ejemplar trayectoria al servicio de España y de las instituciones».
El ex presidente Rodríguez Zapatero destacó por su parte que «reunía las mejores cualidades como servidor público: seriedad, rigor, fiabilidad y honestidad».
También el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo hizo hincapié en su condición de «servidor público» definiéndole como «uno de los principales valores socialistas durante décadas» y la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, le recordó como «una figura grande» y un «referente para la política española».
Source: elmundo.es