Los eurodiputados que investigan Pegasus ven detrás del espionaje a Marruecos

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Se muestran “decepcionados” con el Gobierno por no haberse podido reunir con altos representantes del Ejecutivo

Aragonès y Serret, ante la misión europea.
Aragonès y Serret, ante la misión europea.AFP

La misión de eurodiputados que ha visitado España para buscar evidencias sobre la autoría del espionaje a miembros del Gobierno y a dirigentes independentistas catalanes a través del programa Pegasus considera «plausible» que Marruecos, el aliado de Pedro Sánchez, esté tras las escuchas que afectaron al presidente del Ejecutivo y a sus ministros de Defensa e Interior, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska.

«No está claro que haya un Estado o un grupo detrás del espionaje al Gobierno, pero hay elementos que apuntan a Marruecos», deslizó el portavoz de la misión, Jeroen Lenaers, quien reconoció que algunos de sus interlocutores «se negaron a comentar los posibles vínculos con el país africano por miedo a represalias de las autoridades marroquíes» y que ello ya supone en sí mismo un indicio.

Tras este alegato acusatorio, los diputados europeos centraron sus críticas en la falta de colaboración del Gobierno de Sánchez con la investigación. Protestaron los enviados de la UE por no haberse podido reunir con altos cargos del Gabinete socialista, en concreto con el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, después de que únicamente se les permitieran entrevistarse con el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Pascual Navarro.

«Decepcionados», se declararon los representantes del Parlamento Europeo por las trabas con las que se encontraron durante su visita a Madrid y por no haber recibido «información significativa» de los dirigentes españoles. Consideraron que «el Gobierno debería invitar a la Europol a participar en el proceso forense sobre el espionaje» porque «las víctimas del espionaje merecen más información y transparencia».

Tampoco escatimaron advertencias hacia el separatismo los eurodiputados. «No estamos aquí para manifestar ninguna posición favorable a la independencia», remarcó el presidente de la comisión para aguar las expectativas de las formaciones secesionistas catalanas, que han redoblado esfuerzos para vincular el espionaje de Pegasus con la autodenominada «causa general contra el independentismo» y señalar al Estado como responsable de las escuchas que afectan a los últimos cuatro presidentes de la Generalitat.

Tras una primera jornada en la que los portavoces de Junts, ERC y la CUP aprovecharon el plante del Gobierno a la misión de la UE para señalar a España como autora del bautizado como «Catalangate», tomó turno de palabra el president Pere Aragonès, quien acudió en condición de «víctima» junto a la también espiada Meritxell Serret, otrora fugada de la Justicia española, hoy consejera de Acción Exterior de la Generalitat.

Aragonès y Serret trasladaron a la misión europea que el espionaje es «otro episodio de guerra sucia del Estado contra el independentismo» y le reclamaron «amparo». La consejera subrayó que fue vigilada mientras se encontraba huida en Bélgica para evidenciar ante los parlamentarios europeos la dimensión «transfronteriza» del caso.

En paralelo, el Parlament trasladó a la Fiscalía la negativa de Sánchez y sus ministros Robles y Marlaska a comparecer ante la comisión de investigación que la Cámara catalana creó para esclarecer las escuchas realizadas con el programa de espionaje israelí.

El independentismo se agarró al reglamento del Parlament, que expone que la Mesa debe dar cuenta de las incomparecencias ante comisiones de investigación, para subrayar la falta de colaboración del presidente del Gobierno y sus responsables de Defensa e Interior.

La Mesa puso puntalmente en conocimiento de los enviados del Parlamento Europeo su notificación al Ministerio Público, soslayando que en otras ocasiones la Fiscalía ha archivado denuncias similares ante la negativa de mandatarios estatales a acudir a ofrecer explicaciones al Parlamento autonómico.

Source: elmundo.es