Mozo renuncia a cobrar los 151.000 euros de sueldo de Lesmes tras afearle varios vocales del CGPJ su conducta
La retribución que recibía su antecesor se justificaba porque también ostentaba el cargo de presidente del Supremo
Después de que varios vocales le afearan su conducta, el presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) Rafael Mozo ha renunciado este miércoles a cobrar el sueldo de 151.000 euros brutos anuales, fijados en la Ley para quien ostenta el cargo de presidente del Tribunal Supremo y del órgano de gobierno de los jueces.
La retribución que percibía hasta ahora Mozo era idéntica a la de su predecesor el magistrado Carlos Lesmes, quien sin embargo también gozaba del cargo de presidente del Tribunal Supremo (el actual presidente en funciones del TS es el magistrado Francisco Marín Castán).
Esta circunstancia había generado malestar y desconcierto en un grupo de vocales del órgano de gobierno de los jueces quienes pidieron explicaciones semanas atrás en privado al magistrado, según ha podido saber EL MUNDO.
El presidente conocedor de que la polémica iba en aumento ha decidido este miércoles renunciar a cobrar la citada asignación. En un comunicado, remitido por el gabinete de comunicación del CGPJ, Rafael Mozo sostiene: “En todo momento he actuado conforme a derecho y de acuerdo con los criterios e informaciones de los órganos técnicos del Consejo General del Poder Judicial, aunque para evitar cualquier menoscabo a mi honorabilidad y a la imagen del Consejo General del Poder Judicial, renuncio desde este momento a percibir retribución alguna que exceda de la que me correspondería como vocal del órgano de gobierno de los jueces”.
Según informan fuentes jurídicas a este periódico, el pasado mes de febrero, al término del Pleno que se celebró en el órgano, varios vocales se dirigieron a Mozo para transmitirle que sabían que estaba percibiendo el sueldo íntegro de su predecesor Lesmes aun cuando no ocupa el cargo de presidente del Supremo.
Los citados consejeros le advirtieron de que no le correspondía tal asignación después de haber sido nombrado en octubre de 2022 presidente suplente tras la dimisión de Carlos Lesmes. Asimismo, las distintas fuentes consultadas explican que estos vocales encomendaron a Mozo reconducir la situación y regularizar el dinero que hubiera podido cobrar de más en la nómina. El presidente quedó en que revisaría los pagos que estaba percibiendo. Y así lo hizo.
Los mails con el gerente
Días después de aquella conversación elevó una consulta al gerente del órgano de gobierno de los jueces. La respuesta llegó vía mail. El 3 de marzo, Mozo recibió un correo electrónico del responsable de la gerencia con el concepto «retribuciones». En el citado correo se adjuntaba un cuadro comparativo de los pagos que el presidente había recibido como vocal y como presidente «entre los meses de septiembre de 2022 y febrero de 2023». El gerente le decía lo siguiente a Rafael Mozo: «Trato de explicarte el contenido de las nóminas con la retribución que corresponde al presidente del Consejo, que son las establecidas de forma expresa en la Ley de Presupuestos Generales del Estado».
Cinco días después, el presidente suplente envía un mail al gerente donde le pregunta: «¿En consecuencia como me dijiste hace unos días a mí me corresponde la retribución como presidente del Consejo?». La respuesta del gerente llegó dos horas y media más tarde y fue la siguiente: «Así es Rafael, las únicas que podemos abonar».
Mozo defiende que esta retribución se debía al acuerdo del Pleno del pasado 13 de octubre donde se estipuló que «el suplente de presidente dispondrá de los medios atribuidos a ese cargo». Además, especifica que la citada atribución fue fiscalizada por la Intervención del Consejo y recalca que las retribuciones que le corresponden en aplicación del acuerdodel Pleno “son las establecidas en los Presupuestos Generales del Estado para el cargo de presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, que constituyen una partida inescindible, la única prevista por la ley y la única, por tanto, que el CGPJ puede abonar”.
Sin embargo, hay vocales que tildan de «escándalo» lo sucedido al considerar que está cobrando por un sueldo que contempla dos funciones y una de ellas, la de la presidencia del Supremo, Mozo no la está realizando. Afirman además que «un acuerdo no es un título jurídico válido para generar derechos económicos».
En contraposición, el presidente de la Sala Primera del Supremo, Francisco Marín Castán, ejerce de vicepresidente del Supremo desde el año 2019 y presidente del Alto Tribunal desde octubre de 2022 sin haber percibido complemento retributivo alguno a medida que ha ido asumiendo más responsabilidades tanto jurisdiccionales como protocolarias dentro del órgano. Ese desagravio comparativo con Rafael Mozo ha generado un profundo malestar en el TS.
Source: elmundo.es