Puig pulveriza sus récords con 3.600 millones de facturación y 400 millones de beneficio
Resultados de 2022
La multinacional de productos de belleza y moda sobrepasa sus previsiones con un aumento del 40% en las ventas y del 71% en las ganancias netas
Puig cerró el año 2022 con “unos resultados extraordinarios”, en palabras de su presidente ejecutivo, Marc Puig. La multinacional de productos de belleza y moda llegó a sus máximos históricos por segundo año consecutivo con unos ingresos netos de 3.620 millones de euros y un beneficio neto de 400 millones.
El balance presentado esta mañana en la sede corporativa de Barcelona supera las expectativas del plan trianual diseñado por la compañía en 2021, que fijaba entre sus objetivos conseguir unas ventas de 3.000 millones de euros en 2023 y 4.500 en 2025.
Los números del año pasado del holding familiar de perfumería, cosmética y moda suponen un aumento del 40% en las ventas respecto a 2021 y un incremento del 71% en las ganancias netas. En este sentido, Puig ha apuntado que la compañía está situada en “una posición óptima” para alcanzar el objetivo de facturar 4.500 millones en 2025, aunque a finales de este año se presentará un nuevo plan estratégico que podría modificar al alza esa meta.
“Tardamos 100 años en llegar a 1.000 millones de facturación y, en los últimos dos, hemos sumado 1.000 millones anuales”, ha apuntado el máximo responsable de la empresa al referirse a los dos últimos ejercicios, en los que Puig ha dejado atrás de un plumazo “el peor año de su historia”, como él mismo presentó el resultado de 2020, afectado de lleno por el impacto de la pandemia de Covid y en el que por primera vez se registraron pérdidas (72 millones).
En este último ejercicio, el gigante de al perfumería, propietario de marcas como Carolina Herrera, Paco Rabanne o Charlotte Tilbury, alcanzó un ebitda de 638 millones de euros, lo que representa una subida del 37% respecto a 2021. Aunque el impacto en todas estas cifras aún es limitado, Puig llevó a cabo importantes adquisiciones en 2022, con la participación mayoritaria en la firma de lujo sueca Byredo y la incorporación de las marcas de wellness Kama Ayurveda, en India, y Loto del Sur, en Colombia.
Tras las sonadas incorporaciones de Byredo y, dos años antes, de Charlotte Tilbury, la multinacional no tiene previsto realizar desembolsos similares a corto plazo. “Necesitamos tiempo para digerir, aunque a veces surgen oportunidades más modestas. En estos momentos, no estamos activos, pero siempre permanecemos auscultando el mercado”, ha explicado Marc Puig. “Cuando decidimos comprar una marca, los creadores saben que los acompañaremos durante toda su vida profesional, como se ha visto con Paco Rabanne o Carolina Herrera”, ha añadido.
Decisiones estratégicas
Puig ha atribuido gran parte del mérito de estos buenos resultados a algunas decisiones estratégicas tomadas por la empresa familiar en las últimas décadas, como poner el foco en el sector de la moda y la perfumería selectiva. El objetivo, hace 20 años, era alcanzar el 10% en este ámbito (entonces suponía alrededor de un 3%) y en 2022 se ha conseguido. También ha destacado la apuesta por marcas propias y por la perfumería “más artesanal, sofisticada y con más productos naturales”.
Por otra parte, el presidente ejecutivo también ha resaltado el acierto a la hora de diversificar en otras categorías del mundo de la belleza, además de la perfumería, como la dermocosmética y el maquillaje.
La deuda neta de la empresa llega actualmente hasta unos 1.015 millones de euros, ha explicado Puig. “Nos sentimos muy confortables con este volumen de endeudamiento, que supone 1,6 veces el ebitda”, ha argumentado el presidente y consejero delegado, que ha explicado que una parte de los beneficios se dedicarán este año a fortalecer el balance y otras podrían dedicarse a retribuir a los accionistas tras varios años sin repartir dividendos. “Es algo que estamos estudiando, pero no nos inquieta”, ha matizado el ejecutivo que lidera desde hace dos décadas el grupo empresarial familiar como tercera generación.
Puig, que vende sus productos en más de 150 países y tiene oficinas propias en 30 de ellos, ha aumentado un 56% su facturación en América (de 839 millones de euros a 1.312), un 41% en Asia (de 248 a 349) y un 31% en el área de Europa, Oriente Medio y África (de 1.498 a 1.959). El mercado español significa hoy el 7% del total de las ventas.
Los dos primeros meses de 2023 dan pie a una perspectiva optimista en el seno de la compañía. “Pese a la volatilidad y riesgos que vemos cada día, no hemos detectado ningún signo de ralentización de nuestra evolución”, ha asegurado Puig, que ha destacado el hecho de que los sectores de la belleza y la moda se comporten con “bastante resiliencia frente a las incertidumbres económicas”.
Source: elmundo.es