Romn, a sangre y fuego; Espada, ninguneado y herido

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El valenciano arranca la nica oreja de la tarde en una tremenda batalla con un toraco de Montalvo; el palco niega al matador de Fuenlabrada un trofeo; dos buenos toros de Algarra sin finales

Rom
EFE

Fue la tarde del casi. De los toros buenos sin finales. De un torero sin justicia legal y de otro a sangre y fuego. Fue el da de los toros de Algarra, Espada y, sobre todo, de Romn. Que encaj a bayoneta calada las oleadas de una bestia de Montalvo con una caldera en sus entraas. Le arranc una oreja todava con el temblor de la guerra en su mirada.

Haba asomado un instante el sol, que no la suerte para El Payo, en los albores para proyectar la basta sombra del toro de Algarra, tan congestionado de cuello, hecho en bloque por delante, una seriedad de complicada humillacin. Le confiri ms ritmo del que aportaba su reservona condicin en su mano derecha. Que conquist la ronda ms coreada. Pesaba el toro en la muleta, manejable en su escaso afn; inviable por el izquierdo, tan desentendido. El elegante mexicano -casi indito luego con el frgil cuarto de Montalvo- alcanz el brillo de un hermoso pase del desprecio entre la resolucin de la veterana.

Fue aqul toro el primero de los tres cinqueos consecutivos de la remendada corrida, el peor sin ser del todo malo. Un castao de apariencia ms flexible, con ms cuello, el trapo de los pitones vueltos, tocado arriba, sac un son bueno. Tambin el poder contado. La clase excelsa. Romn apost por la distancia que es el espejismo de la bravura. Yas el toro en el primer muletazo de cada serie pasaba. Pero donde lo haca verdaderamente bien era en el segundo y en el tercero, en ese embroque de maravilla. Que fue cuando Romn tore ajustndose al tempo de la embestida. Series necesariamente breves que se quedaban en la frontera del bien. Como el empuje y el poder. Repiti el esquema alegre con las 25 embestidas caras del de Algarra. Y lo mat por derecho.

Las hechuras del tercero, su expresin, su generoso cuello, la forma de colocar su armnica y respetable cara, pronosticaban un juego prometedor. Como fue. Cuando se asent, se vio. En las chicuelinas de El Payo en su turno de quites, se sinti tanto como luego en la brega de Cancelas. Francisco Jos Espada prolog faena por estatuarios y solt la mano por la espalda, recurso que se repetira. En lo fundamental jug tambin con la distancia, se reuni en series templadas de buen tono que los inmensos pases de pecho elevaban. No dur mucho el toro, que ya en la ltima propuesta en su izquierda se aburri. Levant el nimo Espada con la inteligencia que adorn su faena y enterr una estocada inapelable en todo lo alto. Una peticin abrumadora se estrell contra el dique del palco. Que mir hacia otro lado.

Del robo pasamos a una faena de toma y daca de Romn Collado con un toraco hondsimo – remiendo de Montalvo, un gotern de Garcigrande en la cara- que se movi como un camin sin nadie al volante. Una cosa muy loca y desordenada, con mucho motor y a veces humillacin. El valenciano, a cara de perro, se jug no pocas veces la cornada. Cuanto ms enganch por delante ms gobern. Tremenda la gresca. Como las manoletinas y la oreja.

A ltimas Francisco Jos Espada quiso remontar la injusticia atacando en tromba con un sexto, de Algarra, menos rematado. Apuntaba notas ilusionantes. De rodillas arranc faena en extraordinarios redondos. Pero en pie se encontr con que el toro no se dio tanto ni dur lo esperado. Busc siempre el pitn contrario, y en una de las veces el toro lo sorprendi, voltendolo. Se levant dolorido, quiz herido en la parte posterior del muslo como luego se comprobara. No pudo rubricar con el acero Espada.

Al final de la corrida se meti por su propio pie en la enfermera, donde fue operado de una cornada con dos trayectorias: una de 15 centmteros que alcanza el pubis y otra hacia adentro que bodea el recto. El pronstico del doctor Garca Padrs y del doctor Garca Leirado fue de grave. Fue trasladado a la clnica de la Fraternidad despus de ser operado bajo anestesia general.

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LAS VENTAS Mircoles, 23 de mayo de 2023. Dcimo tercera de feria. Tres cuartos de entrada. Toros de Algarra y dos de Montalvo (4 y 5); tres cinqueos (1, 2 y 3); serios en sus diferentes remates y hechuras.

EL PAYO, De azul pavo y oro. Estocada (silencio); pinchazo, media atravesada y descabello. Aviso (silencio).

ROMN, DE gris plomo y oro. Estocada contraria (saludos); estocada (oreja).

FRANCISCO JOS ESPADA, DE azul marino y oro . Estocada (peticin y vuelta); pinchazo, estocada cada y estocada. Aviso (ovacin de despedida)

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