La guerra entre el PSOE y Podemos eclipsa el liderazgo de Yolanda Díaz
La vicepresidenta evita ‘mojarse’ sobre el texto socialista para corregir la ley del ‘sólo sí es sí’
La semana en la que la coalición de gobierno se tambaleó sometida a una de sus mayores pruebas de estrés es también la semana en la que el liderazgo de Yolanda Díaz en el espacio de Unidas Podemos ha quedado eclipsado. La vicepresidenta se ha revelado impotente a la hora contener a un Podemos desatado en su guerra contra el PSOE y que con su escalada verbal ha sido el primero en ignorar sus llamamientos para comportarse con «discreción» y «cuidar la coalición» para evitar una ruptura por la ley del sólo sí es sí.
A su difuso papel en esta crisis de la máxima gravedad se une otra circunstancia. Hoy es domingo, han pasado 14 días desde que se filtró el borrador del PSOE de cambios de la norma a un medio de comunicación y siete desde que, en efecto, cumpliera su amenaza y registrara unilateralmente en el Congreso por falta de acuerdo con Igualdad una proposición de ley para «corregir» la norma. Pues bien, todavía no se conoce cuál es su opinión oficial sobre ese texto:si considera que es inaceptable porque elimina el consentimiento, como defiende de Irene Montero, o si cree que éste se mantiene, tal y como asegura Pilar Llop. Éste es el asunto central por el que PSOE y Podemos han emprendido una feroz batalla por el relato y por el que la convivencia está en una situación de tanta tensión.
Como la vicepresidenta ha esquivado todo este tiempo tomar una posición, se da la situación de que se tenga que preguntar a otros ministros si al menos ellos conocen cuál es su postura. Le pasó el jueves a Irene Montero, en la Ser, y a Félix Bolaños, en Onda Cero. «Me ha transmitido todo su apoyo y luego lo que diga públicamente se lo tienen que preguntar a ella, pero yo cuento con el apoyo de la vicepresidenta», dijo la ministra de Igualdad, que aseguró que ella le «ha transmitido que el consentimiento tiene que seguir en el centro». Sin embargo, cuando se le incidió sobre el texto del PSOE dijo: «Estas preguntas más de detalle es ella la que mejor lo puede expresar».
“Cuidar la coalición”
Cuando la prensa le ha planteado esa cuestión, Díaz ha preferido eludir ese debate para hacer un llamamiento a alcanzar un «acuerdo», reclamar que se negocie con «discreción» y insistir en «cuidar la coalición». Desde el equipo de la vicepresidenta tampoco se salen un milímetro de ese discurso y se reitera que su prioridad es propiciar un pacto entre Igualdad y Justicia para «preservar» la ley y la convivencia.
En este sentido, se asegura que el papel de Díaz en esta crisis es precisamente ése, empujar para que se llegue a un punto de encuentro entre las partes con la premisa de mantener el consentimiento y sin poner en cuestión una ley necesaria e importante. Por eso sus llamamientos apelando a volver a la mesa de negociación.
Estas fuentes aseguran que Díaz trabaja coordinadamente con Igualdad para buscar una solución y desde Podemos lo corroboran. Así, fuentes moradas afirman que ella ha sabido cada propuesta que ha hecho Montero a Justicia. Hasta seis en dos meses y medio de negociación.
Desde Podemos se asegura que Díaz ha mostrado su «apoyo en todo momento a la posición del Ministerio de Igualdad» y que también está de acuerdo con que la propuesta de Justicia, registrada por el PSOE en el Congreso, «cambia el modelo y toca el consentimiento». A la espera de que Díaz refrende o no ese posicionamiento en público, hay aliados de Podemos como ERC que echan en cara a la vicepresidenta sus «silencios».
Más allá, esta semana ha dejado en evidencia que las llamadas de Díaz a bajar el ruido han sido desoídas por Podemos. Lo que alimenta la tesis de que en el Gobierno hay tres patas: PSOE, Podemos y Díaz. Como si no pudiera contener a la parte morada de su espacio. Esa división hace que se negocie a tres bandas, con los enviados de Moncloa hablando primero con Montero y Belarra y luego con ella, cuando antes lo crucial se zanjaba entre Sánchez e Iglesias.
Así, Podemos va por su lado con una ofensiva contra el PSOE en general y contra Llop en particular en una escalada en la que han acusado al socio de «volver al Código Penal de La Manada» y le han vinculado con las tesis de PP y Vox. Ni rastro de la petición la «cuidar la coalición».
Source: elmundo.es