El volantazo dado por la vicealcaldesa de Madrid apenas dos semanas después de la Asamblea General ha generado indignación en numerosos cargos de la formación ‘naranja’
Diversos dirigentes de Ciudadanos creen que Begoña Villacís ha alcanzado el punto de no retorno en su desafío a la cúpula de la formación y que su alianza con el Partido Popular es ya inevitable, a pesar de que desde la delegación popular madrileña se muestran reticentes ahora a la incorporación de la vicealcaldesa de la capital.
«Que se vaya», reclama un alto cargo del partido naranja consultado por este diario, que considera que lo mejor que le puede ocurrir a Ciudadanos, llegados a este momento, es asimilar la aproximación de su mayor activo electoral al PP y definir una estrategia propia e independiente que permita salvar los restos de la formación liberal en las elecciones municipales y autonómicas de mayo, para así alcanzar de forma diferenciada también los comicios generales de finales de año. Pero el objetivo, remarcan en la dirección del partido, es sobrevivir a mayo y a la constante ofensiva popular a sus candidatos locales y territoriales.
De ahí que el volantazo dado por Villacís apenas dos semanas después de la Asamblea General de Ciudadanos haya generado indignación en numerosos cargos de la formación: «Vergüenza», «irresponsabilidad» o «escándalo» son algunos de los términos que emplean en las filas liberales para definir la vía abierta por la vicealcaldesa de Madrid. Una herida que trata de sanar con urgencia la nueva directiva del partido, que ve en la estrategia de Villacís una grieta que, de no cerrarse pronto, puede sentenciar a los liberales.
Posición de la Ejecutiva
Ayer, de hecho, le Ejecutiva de Ciudadanos conversó con Villacís tras la rueda de prensa en la que Patricia Guasp, nueva portavoz política del partido, remarcó que los naranjas concurrirán a mayo «en solitario» y sin pactos previos con el PP o el PSOE. La Ejecutiva transmitió posteriormente a la vicealcaldesa este mensaje, así como que cuenta con ella para ser la candidata en la capital sin pacto alguno con el PP.
En el partido se dan de plazo unos días para aclarar definitivamente el futuro de Villacís y confían en remontar y recuperar las buenas sensaciones que caracterizaron los primeros días tras el congreso de refundación. No obstante, la crisis desatada por las palabras de Villacís no sólo han frustrado las conclusiones del resurgimiento de Ciudadanos, sino que ha sacudido los cuadros intermedios y rebajado la confianza interna.
El desánimo es notable, precisamente porque Villacís formó parte del equipo que pilotó el proceso de refundación. «Hemos trabajado, debatido y luchado por todo lo contrario durante seis meses», lamenta un miembro de dicho equipo, conocido como G-8 de la Refundación. Cunde la sensación de que Villacís esperó a culminar el relanzamiento de Ciudadanos para anunciar su plan, siendo que lo aprobado en la Asamblea por la militancia es completamente opuesto a lo que ella propone.
Source: elmundo.es