Huelga clave
Se trata de la sexta jornada de movilización “histórica en décadas”, según los sindicatos
En la protesta celebrada este martes en París contra la impopular reforma de las pensiones de Emmanuel Macron varios manifestantes sostienen una muñeza cabezuda que representa la justicia herida, con la cabeza cubierta de sangre, una báscula y dos banderas francesas en las que se leen estos lemas: “Soy la Justicia, dame la palabra” y “La fuerza sin justicia es tiránica”.
Es la idea que sostienen muchos de los participantes en esta sexta jornada de movilización contra esta polémica ley que pretende retrasar la edad de jubilación de los 62 años actuales a los 64: que es una reforma injusta y aprobada por la fuerza. Francia vive hoy una jornada clave para el movimiento nacional contra la impopular reforma de las pensiones de Macron, una jornada “histórica”, según han valorado los sindicatos.
Estos aspiraban a paralizar el país y, a falta de conocer los datos definitivos, el seguimiento ha sido algo mayor que en las jornadas precedentes, sobre todo la del 31 de enero, la más masiva. No se ha logrado, sin embargo, paralizar el país. Gobierno y trabajadores mantienen el pulso, sin que la balanza de momento se decante claramente a ninguno de los lados en esta batalla social.
En la educación ha parado un 60% de trabajadores, el 35% según el Ministerio. Se ha bloqueado el suministro de carburante a las refinerías y hay un 80% de trenes afectados, sobre todo de alta velocidad y regionales. Se han anulado entre el 20% y el 30% de vuelos en los principales aeropuertos el país, sobre todo los de París.
Los sindicatos decidirán hoy mismo si continúan las huelgas en los próximos días en sectores clave, como la energía o los transportes. Esto será clave en ese pulso contra el Gobierno, que de momento no ha dado muestras de ceder a la presión.
Había más de 250 manifestaciones convocadas en todo el país- El secretario general de la CFDT, Laurent Berger, hablaba de “una movilización histórica en los últimos 40 o 50 últimos años” con un 20% más de manifestantes que en el paro anterior, el del 31 de enero. Entonces hubo 1,27 millones de manifestantes, según las autoridades; el doble, según los sindicatos. En París, la CGT cifra la participación en 700.000 personas.
Enfrentamientos
Se ha parado en las refinerías y en el transporte por carretera, sectores que hasta ahora estaban menos activos en las protestas. La muestra de que Francia ha elevado el tono de la protesta es que en la manifestación de París se han producido los primeros enfrentamientos mucho antes que en las cinco precedentes.
Hay 11 detenidos, la mayoría violentos vinculados a grupos radicales que trataban de reventar la marcha pacífica. La manifestación partía de Sevres-Babilone, en la zona izquierda del río, hasta Place d’Italia, donde está el Senado, que justo debate ahora la reforma. Se espera que esta cámara apruebe antes del domingo.
“El Gobierno desprecia al pueblo, no le escucha. Probablemente se apruebe la reforma, pero Macron lo va a pagar“, señala Alain, parisino de 69 años que acaba de jubilarse en enero. Trabajaba en el ámbito medicina alternativa y se ha retirado tarde porque empezó a trabajar tarde. Se manifesta hoy precisamente “para que los jóvenes no tengan que esperar tanto como yo”.
Lleva un cartel en el que al jubilado se le manda directamente a Père-Lachaise, el cementerio parisino donde hay enterrados muchos escritores e ilustres. “Un cuarto de los franceses muere antes de poder jubilarse. Macron y sus esbirros se quieren cargar los avances sociales del proletariado”, señala Dorien, una joven estudiante que se manifiesta con sus compañeros de clase. Cuando se le pregunta por estas cifras sobre mortalidad, dice desconocerlo.
Esta reforma, que se aprobó en enero y ha provocado que la popularidad de Macron caiga en picado, se debate ahora en el Senado, tras una tramitación conflictiva y caótica en la Asamblea. Tras el Senado la reforma se debatirá en una comisión mixta y debería estar aprobada, como tarde, el 26 de marzo.
Source: elmundo.es