Tras la primera sesión de negociación, los sindicatos son poco optimistas en la posibilidad de rebajar despedidos y piden que las prejubilaciones se ofrezcan a menores de 55 años
El ERE que anunció Ford para 1.144 trabajadores de su planta de Almussafes (Valencia) empieza a tomar cuerpo y la intención de la compañía es que quede quede resuelto en el plazo de tres meses. Así se lo ha trasladado la dirección a los sindicatos en la segunda reunión de la comisión negociadora mantenida este jueves en la que han quedado claras las intenciones de la automovilística, más férreas de las que esperaban los representantes de los trabajadores.
Según ha explicado UGT, sindicado mayoritario en la planta, la posibilidad de rebajar el número de despidos es muy poco probable, como “inasumible” consideran que pueda cerrarse eentre abril, mayo y junio “por la magnitud” del ERE, que afectará a uno de cada cinco empleados. Pero además, el sindicato apunta a la pretensión de Ford de alcanzar un acuerdo “a la baja” con respecto a las condiciones de los últimos despidos colectivos pactados, lo que creen que complicará que haya adhesiones voluntarias.
De los 1.144 despidos, 960 está previstos en la planta de vehículos, 140 en la de motores y 20 en las oficinas. Hasta ahora, el plan de incentivos se aplicaba a partir de los 55 años, pero solo “alrededor de 600” empleados tienen o superan esa edad, con lo que UGT ha anunciado que pedirá en la mesa de negociación una rebaja de la edad de salida.
“La empresa deberá moverse de sus planteamientos iniciales y mostrarse dispuesta a ampliar el abanico de posibilidades, ofertando unas condiciones que sean lo suficientemente atractivas con el fin de conseguir el máximo de voluntariedades“, advierte el sindicato mayoritario en la planta.
Trabajadores y compañía se han citado para seguir negociando el próximo lunes 20 en lo que el otro sindicato, STM-Intersindical, “un tiempo muerto”. Ambos quieren conocer un listado actualizado de empleados por franja de edad y que la dirección se plantee reducir el “número tan terrorífico de despidos”, una vez ha rechazado la propuesta de STM de trasladar empleados a líneas “sobrecargadas de trabajo” en las que hay empleados que, por la “presión y el estrés”, ven perjudicadas su salud mental y musculoesquelética.
Las ayudas públicas, en revisión
STM ha llevado en la mesa de negociación la “responsabilidad” que tiene Ford no solo hacia su plantilla, sino hacia la sociedad por los “beneficios y subvenciones” públicas que ha recibido en los últimos años. Según el cálculo hecho público por el grupo parlamentario Compromís en las Cortes el pasado 11 de marzo, en los últimos 16 años Ford ha recibido119 millones de euros de la Generalitat.
Esta formación, socia del PSPV y de Ximo Puig en el Consell, defiende que estos importes deberían estar ligados al mantenimiento del empleo porque, de otra manera, sería “incongruente”. “El otro día escuchamos a una ministra del Gobierno hablar sobre la necesidad de condicionar las ayudas, y para mí es una cuestión que venimos reivindicando desde algunos sectores del Consell. Podríamos plantearlo de cara a un tercer Pacto del Botánico», ha admitido la vicepresidenta.
No es la primera vez que las ayudas concedidas por la Generalitat a grandes compañías generan tensiones entre los socios. Podemos ya denunció la que Ximo Puig otorgó a Air Nostrum por nueve millones de euros, que provocó la apertura de la investigación de la UE, cerrada porque la aerolínea renunció a ellas a causa del cambio de estrategia por el impacto de la pandemia.
El ERE de Ford viene causado, según la dirección, por el cese de la producción en abril de dos modelos, S-Max y Galaxy, para acelerar la electrificación de la factoría, en la que se requerirá a partir de 2025 menos mano de obra. Hasta que lleguen los vehículos eléctricos, el único coche fabricado en Almussafes será el Kuga.
Source: elmundo.es