Y dos horas y 40 minutos después de que comenzara la moción de censura pudo hablar, al fin, el candidato, Ramón Tamames, que fue relegado por Pedro Sánchez y Santiago Abascal, que se olvidaron del profesor y se enzarzaron en un cara a cara para polarizar y, de paso, desgastar al PP, que fue la víctima colateral de su enfrentamiento. Mientras, sentado en un escaño de la bancada de Vox estaba Tamames, con su chaleco de lana gris y corbata rosa, que aguantaba estoicamente el intercambio de golpes entre el presidente del Gobierno y el líder de Vox, hasta que le dejaron que llegara su momento y pudiera dejar de ser espectador en la moción que encabeza.
Cierto es que el discurso de Tamames había perdido la potencia del factor sorpresa después de la filtración de su contenido la semana pasada, no obstante, el ex dirigente del PCE introdujo bastantes cambios y muchas novedades respecto a ese texto publicado. Había interés en ver qué hacía con su discurso, además de la expectación que generaba su propia figura y trayectoria política, su cartel de independiente y sus diferencias con Vox en una moción de censura que se sabía condenada al fracaso.
Tamames, que intervino en el debate sentado desde el escaño por sus problemas para estar mucho tiempo de pie, censuró al Gobierno de Sánchez por ser “cada vez más opresivo”. Por eso mismo, el candidato iba a defender la necesidad de reconducir el país con una convocatoria de elecciones generales y celebrarlas el próximo 28 de mayo, haciéndolas coincidir con las autonómicas y municipales. Sin embargo, el que era el argumentro central de su discurso y de su programa de gobierno no fue pronunciado por Tamames. A pesar de que en la versión escrita facilitada por Vox aparece varias veces. El candidato no llegó a verbalizarlo, aunque en la réplica lo deslizó: “Las elecciones generales si no se acepta la propuesta de la moción de censura serán en diciembre. Vamos a ver qué pasa…”.
Entre otras novedades que guardaba Tamames está la de una petición a los “partidos constitucionales” para afrontar un “cambio radical” hacia la vuelta de los “principios” de la monarquía parlamentaria, la unidad nacional o la bandera.
Ese llamamiento a PSOE, PP, Ciudadanos o Vox se basa en cumplir con “un mínimo para toda la nación”, es decir, “un paquete de medidas adecuadas, una ley electoral sin sobrerrepresentación de los separatistas, de vigilancia de la corrupción” y un “pacto” para hacer posible que el país recupere un rumbo cierto de “concordia, de paz y entendimiento entre la mayoría de los españoles”.
En este sentido, y citando a José Manuel García-Margallo, abogó por la “recuperación del consenso”. Una idea que subrayó citando al sindicalista Marcelino Camacho y al poeta Antonio Machado.
En la parte más crítica de su discurso, Tamames arremetió contra el Gobierno de Sánchez por no respetar la división de poderes y por intentar tomar “el control de la Justicia desde el poder ejecutivo”. “Montesquieu es un visitante molesto”, ironizó.
También utilizó el sarcasmo para indicar su alegría por comprobar lo bien que “duerme” el presidente pese a sus pactos con Unidas Podemos y los independentistas, en contra de lo que declaró. Por otra parte, y en relación con los separatistas, acusó a Sánchez de arrogarse “como los monarcas absolutos” la “gracia del rey” para “suprimir los delitos de sedición y malversación”, o de haber favorecido los beneficios penales a más de 700 agresores sexuales.
“Su propósito de modificar el Código Penal de la forma expuesta, es cuando precisamente toda la oposición en esta Cámara debería haber planteado la moción de censura inmediata”, recalcó.
Por otra parte, el discurso del candidato dejó frases para la polémica. Por ejemplo en sus alusiones a la guerra civil, al decir que ésta comenzó en 1934, con la revolución de octubre, o al advertir de que “no hubo solamente un lado bueno y otro malo”, “se cometieron atrocidades en los dos bandos”.
Asimismo, y tras defender a los empresarios y las grandes compañías del Ibex35, aseguró que las pymes “no son empresas de futuro”, aunque “hay que respetarlas”.
Tamames, que cerró reconociendo que esto supone una secuencia inesperada del “propio guion” de su vida, dio luego paso Sánchez. No obstante, en medio de su discurso le interrumpió para recriminarle su abusivo uso del tiempo y que fuera con “un tocho de 20 folios” para responderle. No se pudo escuchar todo lo que quiso decir porque Batet le retiró la palabra. Iván Espinosa de los Montero lo desveló después en un mensaje en Twitter: “Lo que no es procedente es que traiga aquí un tocho de 20 folios preparados para hablar de cosas que yo no he dicho”.
Sánchez le acusa de “blanquear” a Vox
En su respuesta, el presidente lamentó que Tamames con su candidatura contribuya a “blanquear” a Vox que niega la igualdad entre hombres y mujeres, que niega el cambio climático y criminaliza a los inmigrantes. “No creo que hasta haya sido la mejor idea que ha tenido en su vida”, aseguró antes de reprocharle que el partido que impulsa la moción de censura es “heredero de Blas Piñar”.
El presidente del Gobierno advirtió de que si se convocaran elecciones anticipadas como piden el PP y Vox desde hace tiempo la primera consecuencia sería no poder convalidar el decreto de reforma de pensiones y tampoco habría salido adelante la reforma laboral ni se habría subido el SMI. Sánchez negó, además, estar comprando votos con ayudas, subvenciones y becas y ha rechazado de plano actuar en contra de los empresarios.
“Esta no es una moción contra mí sino contra las políticas que pone en marcha la coalición progresista”, afirmó el presidente que ha insistido una y otra vez en asimilar en el mismo objetivo a PP y Vox.
Sánchez se embarcó en su réplica al candidato en una larga exposición que traía preparada y que ha consistido en desgranar el programa electoral “para los próximos cuatro años” que ofrece a los españoles.
Acusó a Tamames de alinearse con las tesis neoliberales que propugnan la bajada de impuestos, el recorte de derechos y cercenar los servicios públicos. “Todo eso ya lo hizo Rajoy”, dijo pero sin recodar que la situación que heredó del Gobierno socialista era ruinosa. “Competir en precariedad y recortes, no funciona”, zanjó antes de explayarse en la receta económica que él preconiza “combinando el crecimiento económico con el bienestar social”.
Tamames evita airar a Vox: “¿Cataluña? No toca”
En su réplica, Tamames abroncó a Sánchez por su abuso de los tiempos y por extenderse “una hora y 40 minutos” en su respuesta. “¿Por qué tenemos que hablar tanto? Acaba siendo reiterativo”, dijo, para a continuación recriminarle que se dedique a dar “lecciones de cosas” con “papeles preparados” sin responder a las cuestiones planteadas, como en lengua, ley electoral, sedición o malversación.
El candidato añadió que esta moción será “útil” porque “tendrán que cambiar el reglamento de la Cámara y poner tiempos”. “No se puede estar oyendo a una persona una hora y 40 minutos, dando lecciones de cosas sobre las que no hemos pedido que nos informe”, dijo.
Tamames le recriminó que utilizara a Blas Piñar para criticarle cuando hoy en día en España “nadie sabe quien es”, incluso Sánchez, que es “muy joven”.
Por otra parte, el candidato reconoció que su “gran esperanza” es que Vox cambie su percepción del cambio climático, que niega. “Espero que pronto sean estudiosos de ese tema”, apuntó, y cambien de posición porque ya lo piensan el 80% de sus militantes.
Cataluña, otro asunto con el que choca frontalmente con Vox, porque considera que España es una “nación de naciones”, prefirió no abordarlo. “Hoy no toca, son muchos temas”, zanjó, evitando así discrepar y airar al partido que le propuso como candidato.
Source: elmundo.es