Shou Zi Chew, consejero delegado de la compañía, testifica ante el Comité de Energía y Comercio por las sospechas de espionaje
El baile más fascinante que se puede ver en TikTok no lo hace un chaval de 15 años tratando de seguir el último reto viral. Es el que desde hace dos años tiene que bailar Shou Zi Chew, presidente de la compañía, para tratar de contentar tanto a los gobiernos occidentales como a China y salvar así la que se ha convertido en la red social con mayor potencial de crecimiento.
Este jueves, en una maratoniana sesión de más de cuatro horas en el Congreso de Estados Unidos, volvió a bailarlo. Compareció ante los congresistas republicanos y demócratas que forman parte del Comité de Energía y Comercio para responder a docenas de preguntas sobre las políticas de moderación de la empresa, los controles que tiene para evitar que los menores accedan a la misma, el impacto en la salud mental de los jóvenes o si la empresa censura contenidos incómodos para el gobierno de Beijing, como la masacre de Tiánanmen o la existencia de campos de internamiento para la minoría étnica uigur en el noroeste del país.
Pero tal vez más importante, Chew se vio obligado a reconocer que ByteDance, la compañía china propietaria de TikTok, aún tiene acceso a parte de los datos de los usuarios estadounidenses. Explicó también que hay ya un plan en marcha para cortarlo por completo e insistió en que que la empresa no comparte estos datos con el gobierno chino. “Jamás lo hemos hecho y nos negaremos a hacerlo si lo piden“, llegó a decir.
Esta cuestión se ha convertido en el mayor peligro para la supervivencia de una aplicación de videos cortos increíblemente adictiva que ya usan más de 1.000 millones de personas en todo el mundo y que este año podría llegar a mover más de 18.000 millones de dólares en publicidad.
Docenas de gobiernos, entre ellos el de EEUU y varios países de la Unión Europea, han comenzado a restringir el uso de TikTok en los teléfonos oficiales por miedo a que esté siendo utilizada desde el gobierno chino para espiar las comunicaciones de los usuarios u obtener datos personales, como la localización exacta o la lista de contactos cercanos.
De por sí, estas restricciones son un problema serio para la empresa, pero no una estocada mortal. El gobierno de Estados unidos, sin embargo, está dispuesto ahora a ir más allá, y baraja una prohibición total de la aplicación -como la que existe ya en India- si ByteDance no accede a vender TikTok.
El mejor mercado publicitario
Este bloqueo completo de la aplicación lo intentó también la administración de Donald Trump en 2020, pero fue frenado por un juez federal. La compañía accedió, no obstante, a mudar todos los datos de usuarios estadounidenses a servidores en Singapur y EE.UU. supervisados por la empresa norteamericana Oracle.
El gobierno de Biden, sin embargo, cree que no ha sido suficiente y la única solución que contempla es forzar la venta total de la compañía. El gobierno chino se ha mostrado tajantemente en contra de esta solución y asegura que dañará la reputación de EE.UU. entre los inversores.
Si llegará a producirse un bloqueo completo de la aplicación, TikTok perdería 150 millones de usuarios en el mejor mercado publicitario, un golpe del que sería difícil recuperarse. Pero el gobierno de Biden también podría pagar un precio alto. La aplicación es con diferencia la preferida por una generación joven que podría tener un gran impacto en la próximas elecciones presidenciales
Source: elmundo.es