Los ‘morados’ no dan por el momento su brazo a torcer y presionan cada vez que tienen ocasión para emplazar a la vicepresidenta a sentarse a hablar ya
El aumento de las «presiones» de Podemos para atornillar a Yolanda Díaz a una silla hasta alcanzar un acuerdo que reconozca el «peso» del partido morado en la futura candidatura de las elecciones generales despierta no sólo recelos entre las fuerzas políticas más próximas a la vicepresidenta. Es que, de hecho, éstas rechazan de plano un escenario así, según las distintas fuentes consultadas en varios de esos partidos.
Los socios de Díaz rehúsan de que se abra ahora una negociación «bilateral» con Podemos y se deje a las demás fuerzas para después de que lo principal se haya atado. En este sentido, abogan por abrir una mesa de partidos en la que se sienten las organizaciones que deseen confluir en una misma candidatura.
Por eso, y a pesar de las insistencias de Podemos por forzar un acuerdo bilateral ya, Díaz cuenta con el respaldo y la petición de otros aliados de dentro y de fuera del espacio de Unidas Podemos que reivindican aplazar cualquier tipo de negociación formal al mes de junio, una vez pasadas las elecciones. Porque ahora, subrayan, lo que toca es «centrarse» en conseguir el mejor de los resultados en los ayuntamientos y las comunidades autónomas.
Así, varias de las fuerzas políticas con mayor sintonía con Yolanda Díaz opinan que «no es el momento» de hablar de las listas electorales ni de unas primarias. Cuando toque, que será después de superar el reto de mayo, remarca una de estas fuentes, «todos querremos hablar». Por eso ni hay preocupación con ese horizonte, ni se quiere abrir ese melón ahora que provocaría una distracción de lo que tildan de más importante, que es afrontar las elecciones de mayo.
Izquierda Unida
Quien más claro viene manifestando en público sus posiciones es IU. Tiene aprobada un resolución desde el mes de enero en la que propone la «puesta en marcha de una mesa de organizaciones políticas con representación de todas las organizaciones que quieran participar en el proceso de Sumar en particular y de la construcción del proyecto de país en general».
Es en esa mesa donde todos hablarían de todo, es decir, listas electorales, la posible celebración de primarias, los órganos de gobierno de la coalición, el reparto de los recursos económicos o los asesores de los partidos. Lo habitual en este tipo de acuerdos, donde hay en juego muchos intereses.
Podemos no da por el momento su brazo a torcer y presiona cada vez que tiene ocasión para emplazar a Díaz a una negociación ya que aporte «certezas» sobre el papel que el partido va a desempeñar en la futura alianza, y que exige que sea preponderante. «El partido que Yolanda está montando con el Partido Comunista y Más Madrid es diferente a Podemos pero queremos ir juntos a las elecciones y para eso lo que necesitamos es un acuerdo y unas primarias», dijo ayer Irene Montero, presentando a Más Madrid y el PCE como parte de Sumar y no como sujetos políticos diferenciados.
La última baza que usan los morados para propiciar ese pacto es su presencia el 2 de abril en el acto que Díaz está organizando en Madrid para anunciar su candidatura. Podemos declina ir si antes no tiene un acuerdo. Los días pasan y los morados son casi los únicos del espacio alternativo al PSOE que no han anunciado su asistencia. Lo confirmó ayer la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y Compromís; y antes lo hicieron las figuras de Más Madrid, Mónica García y Rita Maestre, e IU, que «se volcará» con Alberto Garzón y Enrique Santiago. Estarán la Chunta, Equo o Alianza Verde.
En todo caso, ahora las tensiones se centran en las primarias. Como Podemos sospecha que pudiera quedar relegado, sin el peso que exige, reta a Díaz a convocar «primarias abiertas», consciente de que es la fuerza con más militantes y que cuenta con la capacidad para dar directrices para votar y aupar a sus candidatos en detrimento de otros.
Díaz dijo ayer que las listas de Sumar «las va a decidir democráticamente la ciudadanía», que eso no era un «obstáculo», pero los comunes admiten que un caballos de batalla es el censo. Se tendría que configurar de nuevas. No se pueden juntar por protección de datos.
Source: elmundo.es