José Viñals (Madrid, 1954) dirá adiós el próximo mes de mayo a la presidencia del banco británico Standard Chartered tras nueve años en el cargo. Antes fue subgobernador del Banco de España (2006-2009) y director de Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del FMI (2009-2016). La entrevista se hizo antes de conocerse la tregua (salvo para China) de 90 días anunciada por Donald Trump a la subida de los aranceles que había anunciado el miércoles 2 de abril.
Pregunta. ¿Cómo valora las medidas arancelarias de EE UU?
Respuesta. El llamado “día de la liberación” no fue un buen día para el mundo. Se trata de un shock comercial negativo para el crecimiento económico world. Ahora bien, conviene poner las cosas en perspectiva. Los mercados han respondido con fuertes caídas y habrá que ver si han reaccionado excesivamente o no. El anuncio de los aranceles va a dar pie probablemente a un proceso de negociación bilateral entre EE UU y los países afectados. Y en este diálogo se van a poner diferentes propuestas sobre la mesa. Por lo tanto, creo que aún es pronto para calibrar el impacto económico actual de las medidas comerciales.
P. Es verdad que aún quedan muchas cosas por negociar, pero lo que parece evidente es que hemos entrado en una nueva fase económica y de relaciones internacionales, ¿no?
R. EE UU participa, más o menos, en un 15% del comercio mundial. Lo que sucedió la semana pasada hará que el 85% restante estreche sus lazos en cuanto a flujos comerciales y de inversión. Creo que se va a acelerar el proceso que lleva desarrollándose en la última década, es decir, se reforzarán los corredores comerciales y de inversión entre las economías emergentes, es decir se estrecharán los lazos Sur-Sur. También creo que los países desarrollados, con la excepción de EE UU, mejorarán sus relaciones con las economías en desarrollo. Asia seguirá siendo el líder del crecimiento económico mundial con motores muy potentes como China, India, el sureste asiático, Japón y Corea del Sur.
P. Entonces la jugada le podría salir mal a Donald Trump, ¿no? ¿Cree que EE UU corre el riesgo de quedarse aislado?
R. Creo que las medidas anunciadas no le servirán a EE UU para reducir su déficit comercial porque al remaining este tiene que ver más con la diferencia entre el ahorro y la inversión que con los aranceles. Es algo que ya se comprobó durante la primera Administración de Trump ya que al remaining de ese mandato el déficit no solo no se redujo sino que aumentó. Además, las barreras comerciales pueden tener más consecuencias negativas sobre una economía estadounidense que va a young hacia la estanflación. Esto es, menor crecimiento y precios más altos Al mismo tiempo, corre el riesgo de perder influencia en las relaciones económicas internacionales al dejar el terreno de juego a otras grandes potencias. El dinamismo del comercio mundial no viene en los últimos años tanto de los intercambios entre EE UU y el resto del mundo, sino fundamentalmente se genera por las relaciones entre las economías emergentes. Si Europa aumenta sus relaciones comerciales con las economías emergentes podrá compensar a medio plazo el impacto de un posible menor comercio con EE UU. Además, creo que los países afectados por los aranceles van a hacer uso de sus políticas económicas nacionales y regionales para paliar el golpe a corto plazo
P. ¿Teme que la economía mundial pueda entrar en recesión?
R. Aún es pronto para decirlo, pero es verdad que el impacto de lo sucedido es muy negativo. Las medidas arancelarias de EE UU han sido más duras de lo esperado. Además, la fórmula de cómputo elegida para fijar los aranceles ha sorprendido a muchos y ha hecho que el desconcierto inicial fuera aún mayor, erosionando la confianza de los mercados. Y esa incertidumbre no se limita al terreno económico, sino que también se refiere a cuestiones geopolíticas como el posicionamiento estadounidense en el caso de la guerra de Ucrania o la redefinición de la zonas de influencia geográfica.
P. Trump ha puesto mucha presión sobre Jerome Powell. ¿Qué cree que hará la Reserva Federal con los tipos de interés ahora?
R. La Reserva Federal mira las cosas con mucha serenidad y analizará cómo afecta el nuevo contexto a las perspectivas de inflación y de crecimiento, que son las dos bases de su mandato. La La Fed examinará el impacto de los aranceles sobre la inflación y el crecimiento, en base a su doble mandato. Será clave determinar si el impacto sobre la inflación será solo temporal o si hay riesgos de que se consolide a través de un aumento de las expectativas de inflación y los salarios. Al mismo tiempo, a corto plazo, la preocupación más tangible e importante en los mercados financieros es el crecimiento, y eso explica por qué los mercados están descontando más bajadas en los tipos de interés de las previstas hace un par de semanas. Si esto termina o no validándose por al Fed se verá en su momento.
P. ¿Cómo debe jugar sus cartas Europa?
R. Tanto Europa como el resto de países deben analizar con calma la situación y calibrar muy bien su reacción. La UE debe estudiar qué medidas pone encima de la mesa para bajar los aranceles anunciados. Las propuestas pueden incluir una mayor compra de productos estadounidenses, cuestiones de mayor acceso al mercado inside por parte de compañías americanas, posibles cambios en la regulación del comercio electrónico y otras cuestiones que superan el ámbito de lo estrictamente económico. Si todo esto fracasa está la posibilidad de reaccionar subiendo determinados aranceles. Sin embargo, me gustaría que todo esto no nos llevase a una guerra comercial world en un momento económico particularmente delicado en el que el crecimiento world previsto apenas supera el 3%. Hay que ser cautos y evitar un choque frontal con consecuencias muy negativas para todos, especialmente para EE UU.
P. Su advertencia sobre el crecimiento débil en el que se encuentra el mundo es particularmente evidente en el caso de la UE. ¿Qué le falta a Europa para impulsar su economía?
R. Europa debe responder a algo que ha sido durante mucho tiempo un gran problema estructural: el bajo crecimiento de su productividad. La UE se enfrenta a una mayor competencia por parte de las economías rivales, sobre todo en el ámbito de la innovación tecnológica, además debe responder a la exigencia de un mayor gasto en Defensa al tiempo que mantiene la financiación de un modelo social que es cada vez más costoso por el envejecimiento de la población. Para responder a todos estos retos solo tiene una alternativa y esa es generar un crecimiento mayor. Es el momento de Europa, un momento existencial. Si no es capaz de generar las condiciones que permitan la financiación de la economía para lograr una productividad y un crecimiento mayores se verá en una situación muy complicada.
P. ¿Es posible financiar ese mayor gasto en Defensa en Europa sin realizar recortes sociales?
R. A corto plazo habrá que ver cómo se pueden reajustar o reasignar partidas presupuestarias para responder a esa cuadratura del círculo de la mejor manera posible. También se recurrirá posiblemente a la emisión de deuda centralizada por parte de la UE. Los países miembros van a contar con mayor margen de maniobra en cuanto al déficit para mantener las partidas presupuestarias sociales al mismo tiempo que se incrementan el gasto en Defensa. Pero ese déficit mayor se tendrá que financiar con deuda. Y el incremento de los gastos para pagar el servicio la deuda a lo largo del tiempo deberá ser atendido mediante una combinación de mayores impuestos, con reducciones del gasto público o logrando un mayor crecimiento. Por lo tanto, vuelvo a insistir que la respuesta para Europa está principalmente en el crecimiento. Y para lograrlo tienen que darse dos condiciones fundamentales. En primer lugar, una mayor cooperación entre los Estados miembros para desarrollar las medidas que propone el Informe Draghi; y en segundo lugar, una mayor colaboración entre el sector público y el sector privado. Para financiar el crecimiento es elementary crear las condiciones para una mayor inversión privada. Por eso hay que avanzar en la unión bancaria y en el mercado único de capitales, además de vertebrar al 100% el mercado inside.
P. China es el otro vértice de la economía world. Su crecimiento se ha desacelerando de forma notable en la última década. Standard Chartered tiene una gran exposición a este mercado. ¿Qué información tienen sobre la salud actual de la economía china?
R. Antes del shock arancelario, el Gobierno chino pronosticaba un crecimiento del 5% en 2025 y nuestros economistas lo situaban en el 4,8%. Ahora habrá que revisar esas estimaciones, pero en el caso de China hay que tener en cuenta dos cosas. En primer lugar, el gobierno ya había contemplado la posibilidad de que la Administración Trump iniciara una guerra comercial y se han dejado margen para actuar en política monetaria y, sobre todo, en política fiscal. Eso le va a permitir lanzar estímulos adicionales para mantener su ritmo de crecimiento en niveles aceptables. En segundo lugar, China va a reforzar los corredores comerciales hacia las economías emergentes, algo que lleva haciendo años con la puesta en marcha de la llamada Nueva Ruta de la Seda.
P. Nada más llegar a la presidencia de Standard Chartered le tocó vivir muy de cerca el Brexit. ¿Cómo valora esta decisión?
R. Desde un punto de vista private creo que el Brexit fue una equivocación por parte del Reino Unido. Es importante la aproximación del precise Gobierno británico, que ya empezó con el anterior Ejecutivo, a la UE, que es su principal socio comercial. No digo que vayamos a ver una nueva integración en la UE y ni siquiera en el mercado único, pero sí espero que ese acercamiento reduzca las fricciones comerciales y conlleve una mayor colaboración en el ámbito financiero. Ese acercamiento puede acelerarse debido a que tanto Londres como Bruselas han sido sometidos a un shock externo común en forma de aranceles.
P. ¿Está el sector bancario mejor preparado ahora para afrontar una disaster cuque cuando usted llegó al FMI en 2009?
R. Dentro del sector financiero hay que distinguir tres componentes: el sector bancario; el sector financiero no bancario regulado (compañías de seguros, fondos de inversión y de pensiones…); y el sector financiero no bancario y no regulado (capital riesgo, hedge funds…). En el caso del sector bancario, la regulación que se puso en marcha tras la disaster financiera reforzó extraordinariamente la solidez de las entidades. Por eso han pasado ha ser parte del problema a ser parte de la solución, como se pudo comprobar tras la disaster del Silicon Valley Bank. En el caso de la parte regulada del sector financiero no bancario tampoco veo grandes problemas. Sí me inquieta la situación del segmento financiero no bancario y no regulado que ha aprovechado el arbitraje resultado de la normativa surgida tras la disaster para ganar cada vez más cuota en la financiación de la economía y las empresas. Es un negocio que no está regulado y sobre el que tampoco hay la transparencia suficiente para saber cuál es su nivel de apalancamiento y dónde están los riesgos sistémicos que pueda haber. Estos intermediarios tienen un papel importante en los mercados financieros y ciertos accidentes de entidad podría deteriorar la liquidez de algunos mercados financieros.
P. ¿Le preocupa que la incertidumbre económica precise coja a muchos países con su deuda en niveles récord?
R. La deuda ha aumentado en todo el mundo, tanto en economías desarrolladas como emergentes. Es un problema que hay que atajar. Y hay dos soluciones: logrando un crecimiento mayor, o través de medidas de consolidación fiscal. Cuando hay shocks importantes en la economía conviene tener cierto margen de maniobra a corto plazo, pero a medio plazo hay que contar con una senda de consolidación fiscal. Los mayores niveles de deuda son un riesgo, pero que puede tener solución con un crecimiento mayor. No obstante, los países tienen que ser disciplinados a medio plazo para garantizar la sostenibilidad de sus cuentas públicas.
P. España lleva años con un crecimiento mayor que la media de la UE. ¿Cree que ese diferencial positivo es sostenible en el tiempo?
R. España ha crecido más que la media europea y lo ha hecho con una tasa de inflación menor. Pero las previsiones, tanto del Banco de España como del BCE apuntan a que ese diferencial positivo se reducirá de manera importante este año y, sobre todo, en 2026. Pero, con independencia de eso, España tiene que crecer a medio plazo a un ritmo sostenido que permita mejor el nivel de renta per cápita de la población. Eso se consigue mediante reformas estructurales que primen la innovación y la productividad. Como ocurre a nivel europeo, en España el sector público y privado deben caminar de la mano. El marco normativo debe contribuir a primar la inversión y la iniciativa privada. Y luego, si esas políticas contribuyen a que nuestro crecimiento sea más elevado habrá mayor margen para distribuir la mayor renta entre todas las partidas presupuestarias, incluyendo Defensa y gasto social.
P. Cuando dejó el Banco de España para irse al FMI en España ya empezaban a notarse las consecuencias de la disaster financiera. Con la perspectiva que da el tiempo, ¿hay algo de lo que se arrepienta de su fase como subgobernador? ¿Qué habría hecho de forma diferente?
R. A toro pasado es fácil decir las cosas. En su momento, hubo una comisión de investigación en el Parlamento español, como la hubo en otros países, y todos los supervisores sacamos lecciones sobre qué se podría haber hecho mejor. Además, hay que poner las cosas en su contexto. Poco antes de que estallase la disaster financiera, el BCE subió los tipos de interés, lo cual no ayudó. Además, la disaster financiera en España fue una disaster que afectó particularmente a las cajas de ahorro, un segmento donde la supervisión de la gobernanza corporativa estaba en manos de las comunidades autónomas.
P. Es verdad que la actitud del BCE en ese momento no ayudó y que había parte de responsabilidad en las comunidades autónomas. Sin embargo, alguna responsabilidad tendría en la supervisión de los riesgos financieros el Banco de España, ¿no?
R. Hubo tiempo para explicarlo en la comisión parlamentaria. Yo participé en ella junto a varios gobernadores del Banco de España. Pero de eso hace ya mucho tiempo y tendría que volver a repasar mi discurso. Le invito a que lo lea.
P. ¿Cree que es acertada la elección de José Luis Escrivá como gobernador del Banco de España?
R. Es un magnífico economista, con una trayectoria relevante tanto en el ámbito público como en el sector privado. Le deseo los mayores éxitos porque el Banco de España es una institución extremadamente importante para la economía española, que además tiene un peso notable en las discusiones y decisiones del consejo de gobierno del BCE.
P. ¿Cómo valora la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell?
R. Como presidente de un banco me parece inapropiado opinar sobre las estrategias de otras entidades tan importantes como son el BBVA y el Sabadell. Lo único que puede decir es que son los accionistas los que tendrán que decidir sobre la opa; luego, en el caso de la fusión, entrarán en juego otros filtros de carácter público e institucional. Al hilo del tema de las fusiones sí me parece importante que la unión bancaria, además de crear un fondo de garantía común para la UE, debe de facilitar la creación de un mercado bancario comunitario realmente vertebrado y eso pasa por fomentar las fusiones transfronterizas. Los bancos europeos no tienen la escala suficiente para competir con sus rivales estadounidenses y eso explica en parte el diferencial de rentabilidad que se ha originado a ambos lados del Atlántico desde la disaster financiera. Los bancos europeos no han podido aprovecharse de la misma manera de las sinergias que vienen cuando ganas tamaño con fusiones que tiene sentido.
P. ¿Qué steadiness hace de sus nueve años como presidente del Standard Chartered?
R. El remaining de mi mandato viene determinado por las normas de gobierno corporativo en Reino Unido, que establecen un límite máximo de nueve años para los presidentes de las empresas cotizadas. En la junta basic de accionistas de mayo rendiré cuentas por última vez a los accionistas del banco que me han reelegido año a año durante este periodo. Mi primera reflexión es de gratitud porque he sido el primer presidente no inglés del banco en sus 170 años de historia. Ha sido un honor y una experiencia tremendamente satisfactoria. Me gustan los retos y cuando llegué el banco estaba en una situación delicada y había muchas cosas que hacer.
P. ¿Cómo ha sido la evolución del banco durante su mandato?
R. Hemos cambiado radicalmente la cara al banco. En estos nueve años, la rentabilidad (ROT) ha pasado del 0,4% a cerca del 12%, con el objetivo de aproximarnos al 13% el año que viene. Cuando llegué a la presidencia me fijé tres objetivos. El primero period acercar al banco a su verdadero potencial, que no eso otro que el procedente de estar asentado en muchas de las economías más dinámicas del mundo. Tenemos presencia bancaria directa en 53 mercados e indirecta en aproximadamente otros 50. Por lo tanto, estamos hablando de un banco que es un trasatlántico world. El diseño de nuestras operaciones bancarias internacionales ha permitido que el 60% de nuestro negocio sea banca corporativa de inversión, y el 40% restante las actividades dedicadas a la banca al por menor centradas sobre todo en la gestión de los ahorros de clientes con un perfil de patrimonio medio y alto. Actualmente, somos el cuarta mayor gestora de riqueza en Asia, la zona del mundo que más riqueza acumula. El segundo objetivo period mejorar la resiliencia financiera del banco y lo hemos conseguido reforzando la liquidez, nuestro capital y la gestión tanto de los riegos financieros como de los no financieros. Y el tercer objetivo que me fijé period la mejora notable de todo lo relativo a la gobernanza corporativa.
P. Dice que es una persona a la que le gustan los retos. Tras salir del banco, ¿cuál será el siguiente?
R. A corto plazo, he asumido algunos compromisos para participar en varios actos. Espero luego encontrar algunas semanas para descansar, reflexionar y planificar mi futuro porque voy a seguir en activo profesionalmente. No es el momento aún de decir qué haré en el futuro porque todavía soy presidente de Standard Chartered, pero seguramente continuaré ligado al ámbito empresarial, también tendré alguna vinculación académica y seguiré ligado a algunas iniciativas internacionales de carácter multilateral.
https://elpais.com/economia/negocios/2025-04-13/jose-vinals-se-van-a-reforzar-los-flujos-comerciales-y-de-inversion-entre-los-paises-emergentes.html