El PSOE teme una “protesta” contra sus ministros en la marcha del 8-M: “Preocupación real de situaciones desagradables”
Los socialistas salen a la calle después de que Pablo Iglesias les advirtiera de «a ver qué se encuentran». Sánchez planta a Montero y no prevé ir al acto institucional de Igualdad
En el PSOE hay una «preocupación real» a que la manifestación del 8-M pueda hacer pasar a su delegación de representantes por alguna «situación desagradable» en forma de «protesta» contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Aunque oficialmente se trata de minimizar ese temor, en privado varias fuentes reconocen que los «ánimos están caldeados» tanto por parte del habitual sector crítico de Unidas Podemos, especialmente crispado este año a raíz de la reforma de la ley del sólo sí es sí, como de las feministas clásicas, que «están muy cabreadas» por la Ley Trans.
Pablo Iglesias ha contribuido a elevar la temperatura previa de la marcha reivindicativa del Día Internacional de las Mujeres después de advertir a los socialistas que «a ver qué se encuentran» este miércoles en las calles de Madrid. Estas palabras han caído como una bomba en el partido de la calle Ferraz, donde su portavoz, Pilar Alegría, ha respondido al ex vicepresidente que lo mínimo que se le pide a alguien que «ha tenido responsabilidades tan importantes» es «prudencia y respeto».
Pese a la tensión latente, en el PSOE no contemplan que pueda producirse nada parecido a una emboscada contra sus representantes. De hecho, sujetando la pancarta estarán esta tarde hasta ocho ministras: Nadia Calviño, titular de Asuntos Económicos; María Jesús Montero, ministra de Hacienda; Diana Morant, Ciencia; Carolina Darias, Sanidad; Isabel Rodríguez, Política Territorial; Pilar Llop, Justicia; Raquel Sánchez, Transportes; y Reyes Maroto, Industria.
«El 8-M es una reivindicación que nació socialista, pero que hoy incluye a todas las mujeres. Y así debería seguir siendo. Pero sobre todo no se puede pretender arrinconar precisamente al partido que fundó el movimiento y cuyo sello está en todos los avances de los derechos de las mujeres de este país», sostienen fuentes del PSOE consultadas por este periódico.
En este contexto latente de crispación Sánchez no tiene previsto acudir al acto institucional por el Día Internacional de las Mujeres que organiza el Ministerio de Igualdad, como sí ha hecho en años previos. Su ausencia viene a apuntalar el distanciamiento sin precedentes entre los dos socios de coalición, que ayer votaron divididos el inicio de la tramitación parlamentaria para modificar la ley del sólo sí es sí.
A lo largo de las últimas semanas, y con más énfasis en los últimos días, desde las filas de Podemos han espoleado a las feministas a «defender» durante la manifestación de hoy la ley del sólo sí es sí frente a la «contrarreforma» del PSOE. Aunque en Ferraz sentó especialmente mal la amenaza de Iglesias, fue la ministra de Igualdad quien esgrimió primero las calles como método de presión al grupo mayoritario del Gobierno.
Lo hizo en un foro feminista, con un auditorio repleto de afines, en el que Irene Montero advirtió de que las mujeres tienen que seguir empujando desde la sociedad civil para mantener los avances «conquistados». «Hay que seguir defendiendo esos derechos una vez que las leyes están publicadas en el BOE porque si no siempre estamos en riesgo de dar pasos atrás y no nos podemos permitir dar un solo paso atrás con el consentimiento en el centro del Código Penal y en todos los avances que estamos llevando a cabo», recalcó.
“Conquistas feministas”
La ministra de Igualdad introdujo en ese llamamiento un segundo mensaje con intención: la importancia de «acuerparse» entre las feministas, especialmente «si alguna lo necesita» porque «la reacción» ante los avances «pesa». Ayer Podemos utilizó también la tribuna del Congreso para lanzar ese aviso al PSOE. «Vamos a defender aquí dentro y en las calles las conquistas feministas», dijo la diputada Lucía Muñoz, durante el debate de la reforma del sólo sí es sí. Después subió el tono para reiterarse en ese objetivo: «No lo vamos a permitir, ni aquí ni en las calles».
El temor a un recibimiento hostil también se ve alimentado, además de por las declaraciones de Podemos, por la posición absolutamente crítica de las convocantes de la manifestación en la que participará el PSOE. La Comisión 8M, que organiza esa marcha, está alienada con el partido morado y se ha situado en su trinchera en contra de la reforma socialista, que desdeña por ser un retroceso en los derechos de las mujeres.
«No vamos a consentir nada que sea un paso atrás» en el «cambio de paradigma» que sitúa el consentimiento en el centro, aseguró una de sus portavoces, Arantxa López, que criticó que el PSOE ponga el foco en las «supervivientes» en vez de «en los agresores y en probar si ha habido consentimiento o no».
Aunque desde el PSOE temen que pudieran producirse gritos o verse pancartas críticas, nadie imagina un escenario ni parecido al que sufrió Ciudadanos en la marcha del Orgullo de 2019, cuando sus pactos de gobierno con Vox desataron un escrache que hizo que tuvieran que marcharse atropelladamente.
Este 8-M hay dos manifestaciones enfrentadas: la «de toda la vida», en la que participan PSOE y Podemos, y la de las feministas críticas con las políticas de Irene Montero y que exigen su dimisión por las leyes trans o la «chapuza» del sí es sí.
Source: elmundo.es