El último grito de la hostelería madrileña: conseguir dar de cenar toda la madrugada

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RedBar, apoyado por la asociación Marcas de Restauración, busca que la legislación permita comer dentro de los locales de 02.00 a 08.00 horas

Octavio Llamas, CEO de RedBar.
Octavio Llamas, CEO de RedBar.ANTONIO HEREDIA

“Buscamos un cambio en la regulación que permita abrir a los locales de restauración durante toda la noche. Que una persona pueda comer a las tres de la madrugada con los mismos derechos que tiene el que lo hace a las tres de la tarde”.

El restaurante RedBar aterrizó en la capital en enero de 2022 con un concepto en mente: ofrecer servicio las 24 horas con una amplia oferta gastronómica los 365 días del año. Venían de Cataluña, comunidad que llegaron a calificar de “muy restrictiva”, al menos, dicen, hasta que descubrieron “los límites a la hostelería de Madrid“.

“Allí puedes abrir a las seis de la mañana y cierras a las 02.30 horas, con 30 minutos más los viernes, sábados y festivos, mientras que en Madrid estás obligado a clausurar seis horas, de 02.00 horas a 08.00… Tres horas más de diferencia“, explica Felipe Alayeto, presidente y fundador de RedBar, quien entiende el “enfado” de muchos de sus clientes cuando poco antes de las dos de la madrugada les invitan a abandonar el local.

A partir de esa hora, los consumidores sólo tienen dos opciones: hacer un pedido a domicilio o solicitar la comida a través de una ventanilla y comérselo fuera del establecimiento.

Comensales cenando en RedBar.
Comensales cenando en RedBar.A. HEREDIA

Junto a Alayeto, Octavio Llamas, CEO del grupo, dibuja el contexto de sus aspiraciones con números. “El 15% de la población de este país trabaja en la noche, estamos hablando de más de tres millones de personas que no tienen los mismos derechos que tiene un señor a las 12 de la mañana. ¿Por qué? Si tienes locales dotados con una gran insonorización… Parece que los políticos prefieren que el cliente esté en la calle. Ahí sí que molestan a los vecinos”.

Entre la clientela que acude de madrugada a RedBar, cuenta Llamas, hay desde policías de servicio a sanitarios, barrenderos, trabajadores de la hotelería cercana, taxistas y VTC… “Y todos nos dicen lo mismo, ‘¿por qué nadie piensa en nosotros?'”, revela, agregando: “La sociedad va por un lado y los políticos por otro. La hostelería representa más de millón y medio de empleados y es el 8% del PIB, ahí es nada…”.

En boca de sus dirigentes, la marca RedBar facturó el año pasado 6,7 millones de euros. Cifra que, no dudan, superarían si se modificase la ley. Un gesto que, según Llamas, “sólo conllevaría un sencillo cambio de tres líneas”. De momento, según fuentes regionales, esta petición “no es un clamor mayoritario que preocupe al sector, pero que si el día de mañana fuese un movimiento más popular se estudiaría legislar a favor“.

Aun así, están preparando un dictamen con el fin de presentárselo a los políticos analizando a nivel legal qué está fallando. “Son dos cosas: lo primero es la orden autonómica de regulación de horarios que obliga a la restauración a cerrar seis horas al día y, la segunda, un error en la interpretación de la normativa sobre la clasificación de actividades que catalogan a la restauración como si fuera un espectáculo público o una actividad recreativa, cuando no lo es”, dicen desde el despacho Cremades & Calvo-Sotelo Abogados, que ayuda a RedBar en este periplo.

Las pretensiones de esta cadena son bien acogidas por la asociación empresarial Marcas de Restauración, quien a través de su secretaria general, Adriana Bonezzi, traslada que “valoramos siempre muy positivamente cualquier acción legislativa que pueda primar que nuestros negocios estén abiertos a cualquier hora“.

Esta asociación, que representa más de 7.000 restaurantes, un 31% de cuota y más de 100.000 empleados, intuye que, de poderse, “otros negocios valorarían extender su horario”. “Con estos restaurantes abiertos no habría gente ni comiendo ni bebiendo en la calle“, estiman.

Y es que la sostenibilidad y el ruido son dos de los argumentos “clave” en su lucha por este cambio. “Los políticos no piensan en el beneficio de los ciudadanos. Nos dejamos una pasta en insonorización (entre 70.000 y 120.000 euros) para que si hay jaleo dentro no se moleste fuera. Por no hablar de los residuos que se generan ya que el take away supone entregar envases y materiales por muy ecológicos que sean“, afirma Llamas.

Su anhelo, y el de RedBar, también es bien visto por otras cadenas. “Para el concepto que tenemos en nuestro Basic Goiko de Chueca sería interesante, aunque habría que echar números para ver el potencial de esta decisión”, apunta José Luis García Manso, CMO de Goiko. Más contundentes son desde Five Guys, quienes comparten filosofía con RedBar tal y como retrata Daniel Agromayor, su director general en España y Portugal: “Creemos que la legislación debe acompañar a lo que la sociedad requiere o necesita. Por ejemplo, hay personas que por trabajo o por necesidades personales buscan poder comer una buena hamburguesa de calidad en horario nocturno, mientras que muchos de nosotros dormimos. Es una realidad y una necesidad. Nosotros estaremos abiertos en el horario que la legislación nos permita, siempre y cuando haya demanda”.

Source: elmundo.es